Los orígenes de la Asociación Nacional del Rifle: ni Segunda Enmienda ni base constitucional
Como con cada tiroteo masivo, Estados Unidos vuelve a debatir sobre el control de armas de fuego. En el centro del debate están la Asociación Nacional del Rifle, o NRA, que este fin de semana celebra una convención en Houston, y la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, la frase que supuestamente protege el derecho de los ciudadanos a poseer y portar armas, que la asociación no incorporó a su discurso hasta décadas después de su fundación.
La matanza en una escuela primaria de Uvalde, Texas, no ha cambiado la opinión de los estadounidenses sobre la Segunda Enmienda. Solo un 24% de los votantes cree que debería derogarse, según una encuesta realizada esta misma semana.
Es entendible. Las armas están muy arraigadas en la cultura del país. Estados Unidos es excepcional en la cantidad de armas de fuego en manos de su población. A diferencia del resto de países industrializados, la nación norteamericana es la única junto a México que menciona un supuesto derecho a poseer y portar armas en su Constitución.
Pero la realidad es que el significado de la Segunda Enmienda que tanto defiende la NRA no se corresponde con el de hace unas décadas. Y con el de hace un siglo, menos. Para entender esa evolución (o tergiversación) es importante entonces repasar los orígenes de la NRA en el marco de lo que dice la Segunda Enmienda.
La Segunda Enmienda: una frase ambigua
En Estados Unidos, la ley constitucional es un asunto de debate constante entre estudiosos y catedráticos de derecho.
- La historia del país se ha fraguado en decisiones del Tribunal Supremo cuyos jueces interpretaron de una u otra forma la Constitución.
- Sin embargo, los eruditos de la ley constitucional no empezaron a tener un debate serio sobre la Segunda Enmienda hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando la NRA aumentó su prominencia política.
- Y los políticos no comenzaron a abanderar la Segunda Enmienda como arma de campaña hasta principios de los años 90, cuando todo el debate entró en una nueva era.
¿Pero por qué es tan polémica la Segunda Enmienda? La base de la controversia tiene que ver con el texto original de la Constitución que firmaron los Padres Fundadores:
«Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas, no será infringido».
Prácticamente todas las palabras de esa frase han protagonizado páginas y páginas de documentos judiciales y simposios legales:
- ¿Qué significa milicia? ¿Tiene que ver con las milicias de cada uno de los estados del país? ¿Es en realidad una forma de referirse al pueblo en su versión de defensor frente al tirano?
- ¿Está conectado el derecho del pueblo a poseer y portar armas con la palabra milicia? ¿Significa eso que ese derecho solo se otorga en el contexto de las milicias?
Una historia de milicianos
La NRA suele omitir la primera parte de la Segunda Enmienda en sus consignas, librándose así del debate sobre la milicia. Pero el consenso legal y judicial durante casi dos siglos asumió que el derecho a poseer y portar armas era un derecho colectivo ligado a la milicia, no un derecho individual.
- La inclusión de la Segunda Enmienda en la Constitución a finales del XVIII tenía que ver con las protestas de los antifederalistas. Temían que el gobierno federal tuviera poder para desmantelar las milicias estatales con las que los estados sureños, entre otras cosas, controlaban a los esclavos.
- Además, el Artículo 1, Sección 8 de la Constitución, ratificado antes que la Segunda Enmienda, otorgaba al Congreso el poder de «organizar, armar y disciplinar a la milicia».
- Y cabe señalar, como analizó el catedrático Michael Bellesiles, que «cualquier estudio del contexto histórico de la Constitución y la Carta de Derechos no puede dejar escapar el hecho de que fueron escritas en medio de una largamente percibida crisis de la milicia».
Una enmienda para protegerlos a todos
Los estadounidenses siempre han tenido armas. Y la percepción de que tenían derecho individual a poseerlas, aunque no fuera motivo de debate constitucional, también se extiende desde hace generaciones. Pero nunca existió la idea de que la Segunda Enmienda impide a los estados regular el uso o la posesión de armas, que es lo que defiende hoy en día la NRA.
- De hecho, en las décadas posteriores a la aprobación de la Segunda Enmienda, localidades y estados de todo el país aprobaron y aplicaron leyes de control de armas. Por ejemplo, qué armas podían llevarse en público o si debían llevarse al descubierto.
- De la misma forma, después de la Guerra Civil estadounidense, legisladores en Washington D.C. quisieron proteger los derechos de los negros libres con la Decimocuarta Enmienda. En aquel entonces ya hablaban de la protección del derecho individual de todos los ciudadanos a poseer y portar armas.
Los orígenes de la NRA: nada de Segunda Enmienda
Fue en aquellos años cuando nació la Asociación Nacional del Rifle, o NRA, que en sus orígenes no ponía el foco en la Segunda Enmienda. De hecho, se fundó con el objetivo de mejorar la habilidad de los soldados del ejército de la Unión con las armas de fuego —digamos que no les entusiasmó la puntería de sus compatriotas durante la Guerra Civil—. La implicación legislativa del grupo llegó después:
- En los años 1920 y 30, el presidente de la Asociación Nacional del Rifle era Karl T. Frederick, un abogado y medallista olímpico de tiro. Bajo su liderazgo, la asociación apoyó medidas legislativas para el control de armas.
- Frederick ayudó a redactar un borrador para dar uniformidad a las leyes estatales sobre control de armas. Entre otras medidas, apoyaba que los ciudadanos tuvieran permisos de la policía local para llevar armas o que se llevara un registro de todas las ventas de armas.
- La NRA también apoyó públicamente el primer gran proyecto legislativo del siglo XX sobre armas de fuego: la Ley Nacional de Armas de Fuego de 1934. Entre otras medidas, imponía fuertes impedimentos fiscales y de registro para armas de gángsters como ametralladoras y escopetas recortadas.
- Frederick ni siquiera consideró que el asunto de las armas fuera materia constitucional. Llegó a escribir que la posibilidad de que los ciudadanos tengan armas «reside en un sentimiento público ilustrado y en acciones legislativas inteligentes. No se puede encontrar en la Constitución».
Con el tiempo, la justificación de la Asociación Nacional del Rifle respecto al derecho a llevar armas ha ido cambiando, alejándose mucho de aquellos primeros postulados de los fundadores de la organización. Una cosa es segura: en su origen, la NRA no defendía la Segunda Enmienda.